Bobbi Oshiro es una de las figuras emergentes del Pickleball profesional, reconocida por su energía positiva en la cancha y sus destacadas actuaciones tanto en singles como en doubles a nivel nacional e internacional. Nacida en Waipahu, Hawái, Oshiro es una atleta polifacética con orígenes en el tenis competitivo.
Bobbi creció en Hawái y cursó sus estudios en Iolani School, donde fue sobresaliente en tenis desde joven. Continuó su carrera universitaria como atleta de División 1 en Boise State University entre 2012 y 2016, lo que sentó las bases de su disciplina y técnica en deportes de raqueta.
Tras graduarse y trabajar como entrenadora de tenis en Hawái, Oshiro se mudó a Florida, donde descubrió el Pickleball en 2020. Su transición fue espontánea, participando en torneos locales y rápidamente destacando por su nivel y espíritu competitivo. El entorno de Florida, donde el Pickleball vive un auge, impulsó su carrera hasta lo profesional.
Con solo 1,57 m de estatura, Oshiro se describe como una jugadora de gran regularidad y confianza desde la línea de fondo, atributos que le han permitido cimentar su identidad en el juego individual. Es apreciada tanto por su actitud competitiva como por su personalidad amable y motivadora: "Siempre compite con energía positiva y una sonrisa", según sus colegas del circuito.
Bobbi ha sido testigo y protagonista del crecimiento explosivo del Pickleball, colaborando con DUPR (Dynamic Universal Pickleball Rating) y siendo referente en la incorporación de jóvenes al deporte. Destaca el incremento de jugadores entre 18 y 32 años, cambiando el estereotipo que catalogaba al Pickleball como deporte para personas mayores.
A sus 30 años, Oshiro continúa compitiendo desde Plantation, Florida, representando a marcas como JOOLA, y demostrando que el Pickleball es una disciplina de alta exigencia y oportunidades. Su objetivo para los próximos años es seguir desarrollándose como atleta y contribuir a la profesionalización y visibilidad del deporte.