La zona de no-volea (también conocida como kitchen o cocina) es una zona de la pista en la que no está permitida la volea, se debe dejar botar a la pelota antes de devolverla. La zona comienza en la red y se expande hasta la línea de 2,13 metros paralela en ambos lados de la red.
Está prohibida la volea si estás dentro de la zona o tocando la línea. Si estás fuera de la zona y haces una volea, no puedes invadir la zona de no-volea por inercia.
La única manera de golpear una pelota dentro de la zona es si la pelota ya ha botado.
Dominar la kitchen es esencial porque desde esta zona se juega uno de los aspectos más técnicos del pickleball: el juego corto. Para dominar la zona, debes dominar estas técnicas:
De esta forma estás preparado para golpear la pelota si pasa de largo de la zona de no-volea y también estás listo para entrar a la zona si la pelota bota en ella.
El dink es un golpe suave y preciso que se juega justo detrás de la zona de no volea hacia el lado opuesto de la kitchen. Es esencial para neutralizar ataques y preparar oportunidades.
En partidos de dobles, moverse en bloque con tu compañero/a es vital. Si uno de los dos se desplaza lateralmente, el otro debe seguirle para evitar dejar huecos.
Una vez que controlas los fundamentos, es hora de subir de nivel con estrategias avanzadas:
1. Presión con dinks cruzados: Jugar dinks cruzados aumenta el margen de error, reduce el ángulo del rival y te permite mantener una posición más segura. Puedes usarlo para desgastar y forzar errores.
2. Aceleraciones desde la kitchen (speed-ups): Cuando el rival baja la guardia o deja un dink alto, puedes sorprender con un golpe rápido y plano. Apunta al cuerpo o al revés para incomodar su defensa.
3. Disfrazar el ataque: Usa la misma preparación para el dink y el golpe rápido. Esto genera duda y obliga al rival a reaccionar más tarde.
4. Control de la red: Dominar la línea de la kitchen te da una ventaja estratégica. Desde ahí puedes interceptar bolas, cortar ángulos y acortar los tiempos de reacción del rival.