El calentamiento es clave para rendir al máximo en un partido de pickleball y prevenir lesiones. No basta con dar unos golpes suaves: es importante preparar cuerpo y mente con una rutina completa que active músculos, reflejos y concentración.
Pickleball es un deporte explosivo, con cambios de ritmo, reflejos rápidos y movimientos cortos e intensos. Empezar a jugar con los músculos fríos es como arrancar el coche y pisar a fondo sin esperar a que coja temperatura. A medio/largo plazo te harás daño
El objetivo del calentamiento es aumentar tu temperatura corporal, activar los grupos musculares claves (piernas, hombros, muñecas y core) y mejorar la coordinación y movilidad articular.
Además, el calentamiento reduce el riesgo de tirones, torceduras y sobrecargas.
Trote suave, desplazamientos laterales, saltos suaves. El objetivo es que suba un poco la temperatura corporal y empieces a moverte con fluidez.
Libera tensiones y mejora el rango de movimiento con rotaciones controladas: Gira hombros, muñecas, tobillos, cuello, cadera… No hace falta complicarse. Son solo unos movimientos para "engrasar" las articulaciones.
Aquí trabajas con desplazamientos y gestos similares a los del juego real. Puedes hacer desplazamientos rápidos en V y en lateral. También puedes simular golpes con la pala sin bola, a la vez que practicas diferentes golpes moviendo todo tu cuerpo.
Si tienes compañero, pelotead suave desde el fondo. Luego probad voleas y dinks. El objetivo no es ganar el punto, sino coger ritmo. También puedes ensayar un par de saques.
Concéntrate antes de empezar el partido, visualiza tus primeros puntos con confianza. Imaginate jugando el partido.